El atardecer en Santiago tiene un encanto especial en los meses de otoño e invierno, cuando hay nubes que reflejan los colores de sol, dando un espectáculo que cambia en cada segundo.

Son imágenes que valen la pena capturar, para eso, a veces subo a la azotea del edificio a sacar fotos, aprovechando la altura para obtener una vista sin obstáculos. Pocas personas suben, hay que pedir la llave y no se puede caminar por cualquier parte, pero sin duda que se obtienen hermosas imágenes no solo del atardecer, sino que también de Santiago, cuando el smog lo permite.